miércoles, 17 de febrero de 2010

Gato

Cuando pensar te hace sangrar la conciencia,
en ese estado de paranoia vegetal,
aquella desesperación interna
que no concuerda con los movimientos de tu cuerpo,
con la cabeza a punto de estallar y tú ahí 
esperando que suceda finalmente,
esperando por fin la hora, el desenlace.
Sientes que no perteneces a este lugar, 
vuelves a la adolescencia incomprendida
de la inmadurez de los primeros años
de experiencia.
¿Pero quién termina de crecer?
Creo que siempre tendremos a aquel niño incomprendido
marchando en el alma.
Desesperación, angustia, hemorragia y venas cortadas.

De pronto volteo y ahí está él, descansando al sol sin ningún martirio.
Rebosante de su buena suerte, reposando triunfante y gordo.
Le espío, parece levitar, como si su cuerpo rechazara el peso de
su conciencia.
Un mal sueño, un movimiento involuntario, se da vuelta y listo.
Todo igual.
No hay preocupaciones, ni rechazos ni desamores.
Le envidio. Le odio. Le quiero. Le observo.
Quisiera ser él, sin el infortunio de esta tormenta,
pequeña nube negra,
que me ha robado esa paz que nunca tuve.

¿Lo sabes?
Su superioridad no radica en la raza,
ni en la belleza ni el intelecto.
Es aún más profundo:
Es incapaz de amar u odiar,
de sentir y llorar.

Mírame bien, mejillas saladas.
Él es feliz porque no puede amar.

7 comentarios:

  1. manya, quiEn dice esas cosas, no es capaz de amar?, me he disfrazado de felicidad, para ya no sentir a alguien, para tratar de olvidarla, a veces funciona y otras no, la estoy teniendo difícil, lo sE, mi temor es más grande que el de ella, si no me da la oportunidad no le puedo demostrar nada, ahora intento decir que soy feliz, lo intento...intento salir pero eso tampoco ha funcionado, no está funcionando...

    ResponderEliminar
  2. lo que pasa es que eres un bobo, se está burlando de ti nuevamente, y sigo creyendo, no friegues pes...suave con alma de metal...

    ResponderEliminar
  3. muchas pelis de terror, no, sí muchas, tantas que ya ni miedo dan...ya no se huye ni se corre solo se pasea como en casa...eso--

    ResponderEliminar
  4. ni sus palabras que aparecen y desaparecen ya dan miedo, -ni eso ya dan miedo, entonces ya no eres una victima, ni la quinta ni la sexta, si no tuvieras ese orgullo monumental que posees, estarías hasta llorando ahora, tienes que reconocerlo, es tu verdadero escudo, -sí lo reconozco, soy demasiado para cualquiera, eres fuerte como un toro, debes marcharte ya, -sí, pronto pronto...

    ResponderEliminar
  5. ¿Qué harías si por dentro sientes una tormenta y de pronto te tropiezas con la paz de un gato durmiendo? Pues eso fue lo que pasó...

    ResponderEliminar
  6. tal vez no le hayas dado la oportunidad al gato, seguro que lo parabas choteando, o jugabas con él, y tuvo miedo hasta de buscarte, pero preparate pues me dice que ahora sí va soltar su esfuerzo final, su último intento, se viene el huayco...

    ResponderEliminar
  7. Como siempre todo lo que escribes es genial.Parece que esa salida al cine te ha inspirado mucho, entonces tendra que repetirse no?,para que sigas con ese talento magico.

    Y aunque no es mi estilo el presionar....sabes que estoy ahi...y tambien sabes que siempre la pasamos bien...y en el aire solo transita una pregunta....cuando se la pasa mal contigo???.

    ResponderEliminar